El bebé que ha perecido ahogado en aguas de Melilla no ha muerto. Ha sido asesinado.
Asesinado por los sistemas de control continental que blindan Europa contra "la invasión" de extranjeros.
Asesinado por la codicia de un
sistema desalmado que impone su implacable mercado destruyendo África y provocando guerras entre sus pueblos.
Asesinado por esos banqueros que no quieren perder ni un céntimo de su dinero y presionan a los gobiernos para que marquen fronteras que los aíslen del hambre, un hambre que ellos mismos
han provocado.
Asesinado por políticos insensibles, por leyes despiadadas que obligan a cerrar un canal que lleva más de un millón de años abierto.
Asesinado por políticas de austeridad que, sin embargo, no recortan un céntimo de las patrullas que interceptan pateras.
Asesinado por políticas de austeridad que, sin embargo, no recortan un céntimo de las patrullas que interceptan pateras.
Asesinado por un
gobierno español que actúa como cancerbero del nuevo genocidio, mucho más
pavoroso aún que el de la supremacía nazi, mucho más espantoso aún que el
de los crematorios. Glorioso Viejo Mundo sí, glorioso y monstruoso Occidente, notoria y
sanguinaria civilización europea que condenas a muerte a los niños
africanos… Gastemos el dinero en armamento, despilfarremos recursos en
hacer más infranqueables nuestras fronteras, asesinemos a cuantos seres
humanos intenten alcanzar nuestras costas. La economía es lo primero, los
mercados se imponen, la muerte de un niño no importa, no importa cuando el
bebe es extranjero. Vosotros, políticos infrahumanos sois los asesinos…
Vosotros que hacéis leyes que condenan al exterminio a todo el que no sea
europeo. Recibido de: Tomas Ruiz. No publicamos ni su d.n.i. ni su mail.
No hay comentarios:
Publicar un comentario