Hay una alarma que tiene que extenderse, una llamada de atención para
la acción que tenemos que propagar y hacer efectiva. El centro
penitenciario de A Lama (Pontevedra) está concentrando una serie de
sucesos que bien podrían llenar los telediarios de una sociedad
mínimamente comprometida con el amparo de la dignidad humana, no es el
caso.
Recién nos enteramos de una nueva paliza proferida contra Reinaldo Gómez Guijarro (Jaro) días después de la muerte de Borja Martín Gómez (Volvo) (6/3/15), a lo que se suman las huelgas de hambre actuales de Javier Guerrero Carvajal desde el pasado 12 de Diciembre, o las recientes de Emilio Sánchez del Peso, 50 días en Huelga de Hambre, así como la muerte de Eugenio García Serrano (Gavioto). Tampoco olvidamos a José Antúnez Becerra (preso en Brians 2, Cataluña) hospitalizado después de 60 días de huelga de hambre, los últimos de sed, pidiendo un permiso que le deniegan desde hace 12 años, con casi 40 años de prisión a sus espaldas.
Recién nos enteramos de una nueva paliza proferida contra Reinaldo Gómez Guijarro (Jaro) días después de la muerte de Borja Martín Gómez (Volvo) (6/3/15), a lo que se suman las huelgas de hambre actuales de Javier Guerrero Carvajal desde el pasado 12 de Diciembre, o las recientes de Emilio Sánchez del Peso, 50 días en Huelga de Hambre, así como la muerte de Eugenio García Serrano (Gavioto). Tampoco olvidamos a José Antúnez Becerra (preso en Brians 2, Cataluña) hospitalizado después de 60 días de huelga de hambre, los últimos de sed, pidiendo un permiso que le deniegan desde hace 12 años, con casi 40 años de prisión a sus espaldas.