El juzgado de lo penal número 2 de Almería ha condenado a dos años de
prisión a un jefe de servicio del centro penitenciario de El Acebuche,
acusado de abusar sexualmente de dos internos. En la sentencia del
magistrado Luis Miguel Columna se considera probado que durante el mes
de julio de 2008 el procesado ordenó "sin motivo aparente" una serie de
"cacheos con desnudo integral" a varios presos. Estos cacheos los
realizó "personal y directamente sin utilizar guantes" el funcionario de
prisiones, y durante los mismos tocó con "ánimo libidinoso" el pene y
los testículos de uno de los internos que los toleró al creer "que era
la forma ordinaria de realización del cacheo".
Asimismo, la sentencia indica que en la madrugada del 28 de febrero al 1 de marzo del 2012, durante el turno de noche, el acusado se introdujo "silenciosamente" en la celda de otro preso que se encontraba en el módulo de enfermería, para acariciarle los genitales por encima de la ropa. Cuando el interno se incorporó y le preguntó qué hacía allí, el jefe de servicio abandonó "rápidamente" la celda.
El Ministerio Público consideró que los hechos eran constitutivos de un delito de abuso sexual, por el que pidió una pena de dos años de prisión, multa de doce euros al día durante veinte meses, e indemnizaciones de 1.500 y 700 euros para los dos internos, la misma a la que ha sido condenado por el juzgado de lo penal.
El magistrado señala que la declaración "convincente y creíble de uno de los presos, coincide con la versión narrada por el funcionario y jefe de servicio al que fueron denunciados los hechos, así como a la de un compañero, que afirmó haber visto al acusado merodeando por los pasillos, llegando a entrar a su celda, la noche en la que tuvo lugar el abuso".
El acusado argumentó que se había dirigido al módulo y entrado en estas habitaciones después de haber escuchado unos ruidos que le llevaron a pensar en un intento de fuga, y que volvió a su puesto al comprobar que era una falsa alarma.
"Sin embargo, sorprenden dos circunstancias: una primera que pensando que había riesgo de fuga, el acusado no hubiera puesto dichos hechos en conocimiento de la dirección o reflejado en el libro de incidencias", así como que "existiendo tal riesgo, la citada noche guardara tanta cautela al entrar en la habitación del preso, dirigiéndose incluso a aquella por el lugar de paso no habitual".
El juez relata a su vez otro episodio en el que un interno que sufrió un ataque de epilepsia fue ingresado en la enfermería y cómo en el momento de inmovilizarle, cuando se encontraba desnudo, el acusado le dio "un masaje por todo el cuerpo, incluidas sus partes íntimas, manifestando posteriormente que lo hacía para relajarle".
De hecho, el jefe de servicio ofrecía en Internet sus servicios con anuncios como "masaje integral y de relajación, masaje testicular", lo que llevó a Instituciones Penitenciarias a suspenderle cautelarmente de empleo y sueldo.
Fuente: Diario de Almería.
Asimismo, la sentencia indica que en la madrugada del 28 de febrero al 1 de marzo del 2012, durante el turno de noche, el acusado se introdujo "silenciosamente" en la celda de otro preso que se encontraba en el módulo de enfermería, para acariciarle los genitales por encima de la ropa. Cuando el interno se incorporó y le preguntó qué hacía allí, el jefe de servicio abandonó "rápidamente" la celda.
El Ministerio Público consideró que los hechos eran constitutivos de un delito de abuso sexual, por el que pidió una pena de dos años de prisión, multa de doce euros al día durante veinte meses, e indemnizaciones de 1.500 y 700 euros para los dos internos, la misma a la que ha sido condenado por el juzgado de lo penal.
El magistrado señala que la declaración "convincente y creíble de uno de los presos, coincide con la versión narrada por el funcionario y jefe de servicio al que fueron denunciados los hechos, así como a la de un compañero, que afirmó haber visto al acusado merodeando por los pasillos, llegando a entrar a su celda, la noche en la que tuvo lugar el abuso".
El acusado argumentó que se había dirigido al módulo y entrado en estas habitaciones después de haber escuchado unos ruidos que le llevaron a pensar en un intento de fuga, y que volvió a su puesto al comprobar que era una falsa alarma.
"Sin embargo, sorprenden dos circunstancias: una primera que pensando que había riesgo de fuga, el acusado no hubiera puesto dichos hechos en conocimiento de la dirección o reflejado en el libro de incidencias", así como que "existiendo tal riesgo, la citada noche guardara tanta cautela al entrar en la habitación del preso, dirigiéndose incluso a aquella por el lugar de paso no habitual".
El juez relata a su vez otro episodio en el que un interno que sufrió un ataque de epilepsia fue ingresado en la enfermería y cómo en el momento de inmovilizarle, cuando se encontraba desnudo, el acusado le dio "un masaje por todo el cuerpo, incluidas sus partes íntimas, manifestando posteriormente que lo hacía para relajarle".
De hecho, el jefe de servicio ofrecía en Internet sus servicios con anuncios como "masaje integral y de relajación, masaje testicular", lo que llevó a Instituciones Penitenciarias a suspenderle cautelarmente de empleo y sueldo.
Fuente: Diario de Almería.
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