Los hechos sucedieron en noviembre de 2011 cuando el 
acusado se encontraba, según la primera sentencia, "en un estado muy 
alterado y agresivo para con distintas personas que como clientes se 
hallaban en un bingo" de la capital malagueña, por lo que fue requerida 
la presencia policial y se desplazaron hasta el lugar dos agentes.
Estos, dice la resolución recurrida, requirieron al 
hombre la documentación, a lo que "se negó" dirigiéndoles insultos. 
Además, empujó a uno de los policías locales e intentó golpearle en la 
cara, lo que no logró, aunque siguió "negándose a colaborar con la 
fuerza policial actuante".
Así, según los hechos probados para la audiencia de Málaga en base a lo que dice la policía, recogidos en la sentencia
 dictada por la Audiencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, 
ofreció "una fuerte resistencia durante su detención", llegando incluso 
durante su conducción a dependencias policiales a "propinarle golpes" al
 vehículo oficial en el que iba.
Esto provocó la fractura interior de la puerta del coche,
 ocasionando daños tasados en la cantidad de 343 euros. Por esto, se le 
condenó por un delito de resistencia a agentes de la autoridad y se le 
impuso la pena de seis meses de prisión y el pago de los desperfectos 
producidos en el vehículo policial.
La sentencia fue recurrida por la defensa, pero la Sala 
rechaza ese recurso y concluye, una vez examinada la causa, que no 
existe vulneración del principio de presunción de inocencia ni error en 
la valoración de la prueba. Tanto el primer juez como el tribunal dan 
credibilidad a la declaración de uno de los agentes. ÚNICA PRUEBA Y... CONDENADO.
Dijo que "les faltó al respeto y le empujó intentando 
golpearle en la cara". También explicó que en el trayecto estuvo "muy 
violento, dando paradas hasta que descuadró la puerta del vehículo, 
causándole daños". Por contra, no se ha dado credibilidad al acusado, 
que dijo que el agredido "había sido él". VERSIÓN DEL DETENIDO EN EUROPA PRESS, de donde hemos sacado esto...? No hay. Lo que diga la policía primero, y un juez después, es el dogma.
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