Sobre el caso
Una noche a finales de octubre de 2009, desde una granja de pieles en Barchem (al este de Holanda) fueron liberados 5.000 visones.
La policía holandesa arrestó posteriormente a 4 personas que fueron acusadas de la liberación, de las cuales a 3 se les realizaron allanamientos en sus domicilios desde donde se requisó computadoras, dispositivos digitales, zapatos y otros artículos.
Tres de los acusados fueron dejados en prisión (entre 1 a 3 meses), con estrictas restricciones y mala alimentación en relación a su forma de vida vegana. El cuarto acusado fue liberado de la custodia policial después de tres días.
Los tres que estuvieron en prisión fueron soltados bajo fianza a espera de juicio.
Tras más de dos años que han estado en libertad bajo fianza, el juicio en su contra se realizará el 25 y el 27 de Septiembre.
Carta de los compañeros:
En los últimos años la represión contra cualquier lucha por la liberación se ha incrementado. En diferentes países la atención de las autoridades se ha centrado en diferentes movimientos, pero en el fondo, es lo mismo en todas partes: el Estado y el gobierno protegen a los explotadores, no a los explotados, no a las víctimas. Protegen a aquellos que violan, matan y esclavizan, no a aquellos que cuestionan la existencia misma de las jaulas. Y para hacerlo usan nuevas leyes, unidades especiales de la policía y más y mejores técnicas de vigilancia.
En este caso reciente contra el movimiento por la liberación animal, los que escribimos esto fuimos acusados de un delito: haber liberado, supuestamente, 5000 visones de sus jaulas, donde habrían vivido una vida de miedo, estrés y confinamiento antes de ser asesinados para fabricar abrigos de piel, en aquella granja de Barchem.
Por este motivo nos enfrentamos a juicio el 25 y el 27 de Septiembre en Holanda.
Considerando que el juicio aun no se ha llevado a cabo, no hablaremos más de este caso concreto, pero nos gustaría ofrecer nuestra perspectiva al movimiento sobre lo que la represión está haciendo y sobre lo que significa para nosotros la represión.
Debemos afrontar la represión con cabeza. Necesitamos saber que es algo que podemos esperar, algo para lo que estar preparado y listo para aceptar las consecuencias del actual estado de las cosas. Sin esta previsión vamos a vivir nuestras vidas sintiendo miedo y sin luchar de manera efectiva. La represión nace de la efectividad. Cada acción tiene conlleva una reacción, y es por eso por lo que los gobiernos y la policía tratan de frenar los métodos efectivos para conseguir nuestros objetivos. Si no estuviésemos siendo efectivos, entonces no harían nada para detenernos, porque a las autoridades no les importaríamos.
Necesitamos aceptar la idea de la represión si lo que queremos es crear una lucha que cree algún tipo de cambio. La represión y el cambio efectivo son básicamente las dos caras de la misma moneda. La peor reacción ante la represión es salir por patas muertos de miedo, eso es precisamente lo que la hace fuerte. Nosotros, como movimiento, decidimos como reaccionamos ante la represión y si dejamos que nos afecte o no. Continuar con las campañas que ellos intentan detener es, sin duda alguna, la mejor manera de desafiar y luchar contra la represión. Volver a levantarnos con más fuerza, mejor organizados y más preparados. Estar preparados y saber como afrontar la represión para disminuir su impacto cuando ocurra. Aprender de los errores de otros y reforzar nuestras estrategias. De otro modo, damos pistas a las autoridades para que usen esas mismas estrategias represivas contra cualquier otro disidente, sea del movimiento que sea.
Así trabajan ellos: golpean a uno de nosotros para dar una lección a otros mil. Este es el principal objetivo de las detenciones y los registros en casas, del aislamiento y de la cárcel. Es su mejor arma: instalar el miedo en nuestras cabezas para hacernos inofensivos, para silenciarnos.
Por este motivo, aunque nos enfrentamos a este juicio, nos gustaría recordar que, también, tenemos nuestra propia arma. Es un arma más poderosa que la suya porque se basa en la compasión y en la rabia. Se basa en la dedicación y en la sinceridad entre gente que comporte el mismo sentido de urgencia: se llama solidaridad.
La solidaridad significa ayudarnos los unos a los otros cuando lo necesitemos, pero también seguir luchando, no dejar que el miedo nos gane o nos detenga. Significa que avancemos juntos como movimiento, con todas nuestras fuerzas, conocimientos y habilidades. Y finalmente, que avancemos juntos hacia nuestro objetivo común: acabar con la explotación de todos los seres vivos de este planeta.
La solidaridad es la llave para mantener todas las luchas vivas y para crear un movimiento con el que nunca serán capaces de acabar.
Algunos de los acusados en el caso “Barchem 4”.
Sitio del grupo de apoyo (en ingles): www.svat.nl/barchem4/en/index.html
[Sacado de LaCizallaAcrata.nuevaradio.org]
Una noche a finales de octubre de 2009, desde una granja de pieles en Barchem (al este de Holanda) fueron liberados 5.000 visones.
La policía holandesa arrestó posteriormente a 4 personas que fueron acusadas de la liberación, de las cuales a 3 se les realizaron allanamientos en sus domicilios desde donde se requisó computadoras, dispositivos digitales, zapatos y otros artículos.
Tres de los acusados fueron dejados en prisión (entre 1 a 3 meses), con estrictas restricciones y mala alimentación en relación a su forma de vida vegana. El cuarto acusado fue liberado de la custodia policial después de tres días.
Los tres que estuvieron en prisión fueron soltados bajo fianza a espera de juicio.
Tras más de dos años que han estado en libertad bajo fianza, el juicio en su contra se realizará el 25 y el 27 de Septiembre.
Carta de los compañeros:
En los últimos años la represión contra cualquier lucha por la liberación se ha incrementado. En diferentes países la atención de las autoridades se ha centrado en diferentes movimientos, pero en el fondo, es lo mismo en todas partes: el Estado y el gobierno protegen a los explotadores, no a los explotados, no a las víctimas. Protegen a aquellos que violan, matan y esclavizan, no a aquellos que cuestionan la existencia misma de las jaulas. Y para hacerlo usan nuevas leyes, unidades especiales de la policía y más y mejores técnicas de vigilancia.
En este caso reciente contra el movimiento por la liberación animal, los que escribimos esto fuimos acusados de un delito: haber liberado, supuestamente, 5000 visones de sus jaulas, donde habrían vivido una vida de miedo, estrés y confinamiento antes de ser asesinados para fabricar abrigos de piel, en aquella granja de Barchem.
Por este motivo nos enfrentamos a juicio el 25 y el 27 de Septiembre en Holanda.
Considerando que el juicio aun no se ha llevado a cabo, no hablaremos más de este caso concreto, pero nos gustaría ofrecer nuestra perspectiva al movimiento sobre lo que la represión está haciendo y sobre lo que significa para nosotros la represión.
Debemos afrontar la represión con cabeza. Necesitamos saber que es algo que podemos esperar, algo para lo que estar preparado y listo para aceptar las consecuencias del actual estado de las cosas. Sin esta previsión vamos a vivir nuestras vidas sintiendo miedo y sin luchar de manera efectiva. La represión nace de la efectividad. Cada acción tiene conlleva una reacción, y es por eso por lo que los gobiernos y la policía tratan de frenar los métodos efectivos para conseguir nuestros objetivos. Si no estuviésemos siendo efectivos, entonces no harían nada para detenernos, porque a las autoridades no les importaríamos.
Necesitamos aceptar la idea de la represión si lo que queremos es crear una lucha que cree algún tipo de cambio. La represión y el cambio efectivo son básicamente las dos caras de la misma moneda. La peor reacción ante la represión es salir por patas muertos de miedo, eso es precisamente lo que la hace fuerte. Nosotros, como movimiento, decidimos como reaccionamos ante la represión y si dejamos que nos afecte o no. Continuar con las campañas que ellos intentan detener es, sin duda alguna, la mejor manera de desafiar y luchar contra la represión. Volver a levantarnos con más fuerza, mejor organizados y más preparados. Estar preparados y saber como afrontar la represión para disminuir su impacto cuando ocurra. Aprender de los errores de otros y reforzar nuestras estrategias. De otro modo, damos pistas a las autoridades para que usen esas mismas estrategias represivas contra cualquier otro disidente, sea del movimiento que sea.
Así trabajan ellos: golpean a uno de nosotros para dar una lección a otros mil. Este es el principal objetivo de las detenciones y los registros en casas, del aislamiento y de la cárcel. Es su mejor arma: instalar el miedo en nuestras cabezas para hacernos inofensivos, para silenciarnos.
Por este motivo, aunque nos enfrentamos a este juicio, nos gustaría recordar que, también, tenemos nuestra propia arma. Es un arma más poderosa que la suya porque se basa en la compasión y en la rabia. Se basa en la dedicación y en la sinceridad entre gente que comporte el mismo sentido de urgencia: se llama solidaridad.
La solidaridad significa ayudarnos los unos a los otros cuando lo necesitemos, pero también seguir luchando, no dejar que el miedo nos gane o nos detenga. Significa que avancemos juntos como movimiento, con todas nuestras fuerzas, conocimientos y habilidades. Y finalmente, que avancemos juntos hacia nuestro objetivo común: acabar con la explotación de todos los seres vivos de este planeta.
La solidaridad es la llave para mantener todas las luchas vivas y para crear un movimiento con el que nunca serán capaces de acabar.
Porque nadie es libre, hasta que TODXS seamos libres.
Algunos de los acusados en el caso “Barchem 4”.
Sitio del grupo de apoyo (en ingles): www.svat.nl/barchem4/en/index.html
[Sacado de LaCizallaAcrata.nuevaradio.org]
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