En manos del Estado la fuerza se llama Derecho, en manos del individuo recibirá el nombre de crimen. Crimen significa el empleo de la fuerza por el individuo; sólo por el crimen puede el individuo destruir el poder del Estado, cuando considere que está por encima del Estado y no el Estado por encima de él.
Max Stirner
En estas fechas, cuando casi se cumplen 10 meses desde que estoy en prisión en las cárceles del Estado español, me es necesario entregarles estas palabras a ustedes queridos/as compañeros/as que luchan por la abolición de toda autoridad y el desarrollo integral de cada individuo.
Hoy el anarquismo es una de las mayores preocupaciones a nivel de seguridad para muchos Estados occidentales (y algunos orientales); en esta caza de brujas de antiautoritarios informales todo vale, esta histeria represiva es inherente a la conquista de la liberación total, es tan antigua como las ideas ácratas. Por lo que a todo quien intente enfrentarse o simplemente cuestionar el orden imperante le espera una visita momentánea o prolongada en alguno de los apacibles monumentos del exterminio humano. En mi caso el pasar por alguna jaula no es nuevo. En cuanto te decides a luchar contra lo establecido el castigo es una de sus consecuencias, esta postura va mucho más allá de la visión demócrata de Inocente/Culpable, la cual no tiene sitio en alguien que quiere destruir este mundo que se cimienta en leyes en las cuales no creo. No reconozco juez alguno, su derecho me transforma en esclava, su justicia me vuelve prisionera.
En el interior de las prisiones salen a relucir la mayor basura de la sociedad. Aquí dentro se machaca al individuo en lo más profundo de su esencia, el chantaje y manipulación por parte de los tentáculos del Poder se mezcla y transforma como política de reinserción social. Ante esta política la coherencia es mi victoria, mantenerme incorruptible y digna es la pelea diaria.
En este proceso político-jurídico-policial que se ha llevado en un principio contra un grupo de compañerxs y por último ha decantado en mi amado compañero y yo, los aparatos del Poder han usado las más diversas artimañas, algunas bordean el ridículo, pero quienes han mamado de este Sistema e intentan perpetuarlo jamás comprenderán nuestras formas.
Formas que rompen la jerarquía, que no reciben órdenes de nadie, que crecen y se multiplican como la maleza en su tranquilo y estéril jardín.
El conjunto de ideas anarquistas se desarrollan en la complejidad de la integridad individual, este individuo libre asociado con otros individuos acaban con esta podrida sociedad.
Las formas y los modos en que los individuos se enfrentan al dominio son múltiples y no tienen límites, ninguno es mejor ni peor, sólo son distintos. Ningún ácrata que se considere como tal puede imponer el qué hacer a nadie y mucho menos permitir algún tipo de imposición.
En el camino de construcción-destrucción anarquista no poseemos (ni queremos) ningún tipo de manual o itinerario, lo construimos en el día a día con nuestros afines. Para quienes creen que lxs antiautoritarixs seguimos a rajatabla los postulados de algún compañero “renombrado”, les digo que no han entendido nada.
Si bien a lo largo de la historia en la lucha contra la autoridad han habido (y hay) muchísimos valiosos compañeros y compañeras que han hecho grandes aportes, eso no quiere decir que rindamos algún tipo de culto a alguno.
Queridxs compañerxs me encantaría dedicarles palabras en más ocasiones, pero ante las limitaciones en que me encuentro no tengo la certeza si podré comunicarme de esta forma nuevamente.
Dentro de algunos meses se realizará el juicio contra nosotros, para ese momento intentaré mantenerme a la altura de las circunstancias, jamás agacharé la cabeza.
Envío un abrazo fraterno a quienes se han solidarizado con nosotros, cada gesto solidario ilumina las sombras de estas frías paredes.
A los prisioneros políticos subversivos que se encuentran en las cárceles del Estado chileno: siempre están presentes en mis pensamientos, aunque me encuentre lejos, estoy con ustedes. Y a ustedes hermanos y hermanas libremente escogidos, pronto volveremos a cruzar nuestras miradas.
¡Mano abierta al compañero, puño cerrado al enemigo!
¡¡Muerte al Estado y viva la anarquía!!
Mónica Caballero Sepúlveda
Prisionera Política Anarquista
C.P. Ávila, septiembre de 2014
Territorio dominado por el Estado español
[Nota de la transcripción: estas letras de Mónica fueron escritas a principios de septiembre y deberían haber sido publicadas hace más de un mes, pero por motivos que desconocemos no llegaron a nuestras manos hasta ahora, finales de octubre].
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