Ayer, 12 de febrero de 2014, después de la concentración convocada en
Granada para denunciar la actuación de la Guardia Civil y del Ministerio
del Interior los pasados días en Ceuta (actuación que se ha saldado con
más de una decena de personas muertas). Dos compañeros fueron abordados en
calles aledañas por al menos 5 policías de la unidad especial de
antidisturbios. Uno de los compañeros fue detenido y conducido a comisaría,
donde ha pasado la noche sin que la policía revelara el motivo de su
detención, ni a familiares ni a su abogado. Esta mañana fue trasladado a
medio día a los Juzgados de la Caleta para prestar declaración frente al
juez. Le acusan de desórdenes públicos y resistencia a la autoridad durante
la concentración de apoyo al barrio de Gamonal que tuvo lugar en Granada el
pasado 17 de enero.
Consideramos necesario denunciar la actuación policial por las detenciones en la calle y la falta de información. Ambas cuestiones suponen una grave indefensión del detenido. Además, hemos sabido que las diligencias policiales tras la concentración de apoyo a Gamonal fueron incoadas el día 22 de enero y archivadas el día 26 de enero al no poder la policía hacer responsable a nadie por lo sucedido y fueron abiertas ayer mismo tras reconocer a este compañero en la concentración contra lo sucedido en Ceuta. Esto pone de manifiesto la arbitrariedad de las actuaciones policiales, cuyo último objetivo es dejar claro que los procesos para castigar a cualquiera que se manifieste en contra de las actuaciones del gobierno son totalmente flexibles según sus antojos. Para ir aún más lejos, también tenemos constancia de que los policías le acusan de arrojar una piedra contra ellos en la concentración del pasado 17 de enero, teniendo éstos en su posesión dicha piedra y fotografías que lo atestiguan. Sin embargo, también tenemos constancia de que en dichas fotografías la persona que aparece no es el compañero detenido. También acusa la policía al compañero de avivar ese día un fuego de cartones con un aerosol usándolo como lanzallamas, sin prueba alguna.
Todo esto constituye un grave acoso policial y gubernamental contra personas cuyos únicos delitos son solidarizarse con las injusticias y protestar contra campañas de recortes de derechos sociales. Pero esto no es más que la punta del iceberg, dado que la oleada represiva que venimos sufriendo los últimos años no deja de crecer y expandirse. Denunciamos las multas por participar en protestas sociales como desahucios, manifestaciones, etc..., las cuales no hacen más que demostrar la existencia de listas negras policiales, con nombres de personas activistas y militantes, cuyo único delito es luchar contra los abusos del poder y los recortes de derechos. Además, condenamos la violencia policial durante las protestas sociales, claro síntoma del funcionamiento pleno del aparato represor del gobierno, tanto éste como el anterior. Y por si fuera poco, la represión a cualquier conato de protesta o movilización queda también patente en las reformas legislativas que están sobre la mesa del gobierno, reformas encaminadas no sólo a callar de la forma más tradicional y fácilmente reconocible, sino también a invisibilizar la dura represión que ejercen contra el pueblo, a endurecer las penas y a aumentar la indefensión legal y administrativa de las personas.
Que detengan a un compañero por la calle por sucesos supuestamente ocurridos semanas atrás, que pase una noche en el calabozo o que nieguen información sobre su detención no es más que un pronóstico de lo que queda por venir, porque mientras que salgamos a la calle y les hagamos frente, ellos mantendrán y aumentarán sus herramientas represoras.
Ante los hechos sucedidos, el grupo Stop Represión Granada quiere manifestar su apoyo al compañero detenido y su incondicional lucha contra la represión estructural que nos viene desde arriba: ni multas, ni palos ni detenciones nos van a callar. -- *Grupo Stop Represión. 15M Granada*
Consideramos necesario denunciar la actuación policial por las detenciones en la calle y la falta de información. Ambas cuestiones suponen una grave indefensión del detenido. Además, hemos sabido que las diligencias policiales tras la concentración de apoyo a Gamonal fueron incoadas el día 22 de enero y archivadas el día 26 de enero al no poder la policía hacer responsable a nadie por lo sucedido y fueron abiertas ayer mismo tras reconocer a este compañero en la concentración contra lo sucedido en Ceuta. Esto pone de manifiesto la arbitrariedad de las actuaciones policiales, cuyo último objetivo es dejar claro que los procesos para castigar a cualquiera que se manifieste en contra de las actuaciones del gobierno son totalmente flexibles según sus antojos. Para ir aún más lejos, también tenemos constancia de que los policías le acusan de arrojar una piedra contra ellos en la concentración del pasado 17 de enero, teniendo éstos en su posesión dicha piedra y fotografías que lo atestiguan. Sin embargo, también tenemos constancia de que en dichas fotografías la persona que aparece no es el compañero detenido. También acusa la policía al compañero de avivar ese día un fuego de cartones con un aerosol usándolo como lanzallamas, sin prueba alguna.
Todo esto constituye un grave acoso policial y gubernamental contra personas cuyos únicos delitos son solidarizarse con las injusticias y protestar contra campañas de recortes de derechos sociales. Pero esto no es más que la punta del iceberg, dado que la oleada represiva que venimos sufriendo los últimos años no deja de crecer y expandirse. Denunciamos las multas por participar en protestas sociales como desahucios, manifestaciones, etc..., las cuales no hacen más que demostrar la existencia de listas negras policiales, con nombres de personas activistas y militantes, cuyo único delito es luchar contra los abusos del poder y los recortes de derechos. Además, condenamos la violencia policial durante las protestas sociales, claro síntoma del funcionamiento pleno del aparato represor del gobierno, tanto éste como el anterior. Y por si fuera poco, la represión a cualquier conato de protesta o movilización queda también patente en las reformas legislativas que están sobre la mesa del gobierno, reformas encaminadas no sólo a callar de la forma más tradicional y fácilmente reconocible, sino también a invisibilizar la dura represión que ejercen contra el pueblo, a endurecer las penas y a aumentar la indefensión legal y administrativa de las personas.
Que detengan a un compañero por la calle por sucesos supuestamente ocurridos semanas atrás, que pase una noche en el calabozo o que nieguen información sobre su detención no es más que un pronóstico de lo que queda por venir, porque mientras que salgamos a la calle y les hagamos frente, ellos mantendrán y aumentarán sus herramientas represoras.
Ante los hechos sucedidos, el grupo Stop Represión Granada quiere manifestar su apoyo al compañero detenido y su incondicional lucha contra la represión estructural que nos viene desde arriba: ni multas, ni palos ni detenciones nos van a callar. -- *Grupo Stop Represión. 15M Granada*
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