L@s mercenari@s culminaron su secuestro legal encerrándola a las 14.00 horas del jueves. Módulo de ingresos y área de mujeres del centro de exterminio de Alhaurín de la Torre, Málaga. A las siete de la tarde, un carcelero la encontró muerta en su celda. Según la prensa al servicio del estado terrorista, se había suicidado.
Tenía 60 años, y era detenida gracias a una orden de busca y captura dictada por un juzgado de Málaga por no pagar 3.784,34 euros... por un
delito de hurto. No sabemos ni el nombre de la víctima del terrorismo de estado, ni tampoco del juzgado que la condenó a muerte en la práctica. Todo lo que relatamos a continuación tiene como fuente la prensa más asquerosa... con lo cual se ha limpiado lo máximo.
La que fue empleada
del hogar, fue denunciada por sustraer una joya, que sería vendida en una tienda de 'compro oro', valorada en 280 euros.
Presuntamente, la víctima acordó con el fiscal... lo que supuso que un juez la condenara a seis meses de
prisión y a indemnizar a las forradas con la cantidad de
3.784,34 euros. Como no tenía antecedentes, no iría a la cárcel si no la pillaban de nuevo... y si pagaba
esa cantidad en concepto de responsabilidad civil.
En el propio fallo, y nunca mejor dicho, el juez al servicio del capitalismo le dio un plazo máximo de
24 meses -desde el 3 de octubre de 2013 hasta el mismo día de 2015-
para saldar la deuda, a razón de 157,9 euros mensuales.
En febrero de 2014, gente de esa tan mítica y solidaria que trabaja en los juzgados, que saca su sueldo de funcionari@s tan ricamente, envió un escrito al fiscal
para informarle de que la mujer "no estaba abonando las cantidades
estipuladas".
Otr@s burgueses/as, pero de l@s que ganan más dinero, en este caso, siguieron el protocolo que sólo salva ricos y condena a cárcel o muerte a la gente pobre. Magistrado pidió al fiscal que se
pronunciara sobre si "procedía revocar la suspensión de la sentencia".
El 11 de marzo, la abogada de la mujer presentó
un escrito pidiendo la declaración de insolvencia y que se sustituyera la pena de prisión por
trabajos en beneficio de la comunidad. Los burgueses, que emplean sus mañanas en estas "apasionantes tareas" en beneficio del sistema capitalista a un muy buen sueldo, nuevamente siguen el maldito protocolo. El juez otra vez da la solicitud al fiscal... que como no es humano, sino robot,
consideró, con arreglo al código penal (no al sentido común, porque eso no es ley), que se ejecutara la sentencia: que la pobre mujer de 60 años fuera a la cárcel. Seguramente la parte de su jurada y perjurada constitución donde dice que la cárcel reinserta y reeduca no se le vino a la cabeza, ni la edad de la que mandaba a la cárcel, ni nada más que a lo mejor el futbol, la cocaina, la cofradía... o a lo mejor, a cuanta más gente enviaba a la cárcel. Quien sabe. Que gran labor social, si lees esto, estudia derecho y meteté a fiscal. Te amarán más que a Bambi.
El juez, como no, otro regalo de dios, dictó un auto: busca, captura e ingresó en prisión. Aunque el juzgado, ni via teléfonica ni por carta la había localizado (según ell@s, claro) la policía la detuvo sin ningún problema el miércoles en su casa. El resto ya lo sabéis, era el inicio de la noticia. La impunidad de toda la banda criminal responsable de lo que ha pasado, asegurada. La secuencia, la de siempre: sistema político-económico dirigido y controlado por la clase política y empresarial, y burocracia de mercenari@s que ejecutan lo que sea (funcionari@s judiciales, maderos, carceler@s)... con resultado de esclavitud, prisión o muerte. Y la solución, clara también: la lucha es el único camino... salud y anarquía.
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