Un preso de la cárcel de Teruel, condenado a 16 años de prisión por una agresión sexual y un robo con violencia del que fue víctima una niña de 13 años, falleció ayer en el hospital Obispo Polanco tras cinco meses en huelga de hambre, a pesar de que recibía alimentación forzosa desde el mes de marzo.
Así lo han confirmado fuentes penitenciarias. Se negaba a ingerir alimentos hasta que se revisase su condena, dictada por la Audiencia Provincial de Alicante, donde sucedieron los hechos.
Según adelanta el diario Heraldo de Aragón, Tohuami Hamdaoui, de 41 años y nacido en Tamime (Marruecos), ingresó en la prisión de Alicante el 21 de febrero de 2009.
En su primer mes de ayuno visitó varias veces el hospital para revisar su estado de salud que fue empeorando de forma progresiva hasta que fue ingresado definitivamente el 21 de marzo.
Se arrancaba las sondas
Desde entonces y por orden judicial ha recibido alimentación forzosa aunque en ocasiones lograba arrancarse las sondas, por lo que ha sido necesario mantenerlo inmovilizado.
Durante todo este tiempo, los equipos de psicólogos del centro penitenciario y también voluntarios de Cáritas han intentado convencerle para que abandonara la huelga de hambre, aunque sin éxito.
Deterioro irreversible de su estado
A principios de julio, el recluso fue trasladado al hospital Miguel Servet de Zaragoza donde se le practicaron diversas pruebas médicas que solo pudieron certificar el deterioro irreversible de su estado.
Unos días después se decidió su vuelta al hospital Obispo Polanco de Teruel, donde ha alternado su estancia en una habitación de planta con ingresos en la UVI, en la que ayer falleció. En la televisión han comentado que este preso siempre se declaró inocente. Otra víctima del sistema carcelario español.
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